Emplazado en La Rioja Alta, sobre un cerro de 80 metros de altura, Briones se presenta elevado en una silueta que expresa la importancia del terroir donde se asienta, la importancia de un terroir que nos permite estar más cerca del cielo.
Desde que en el año 1986, Miguel Angel de Gregorio descubriera las excelencias de esta tierra, la interacción de ambos, hombre y medio, genio y potencia, han permitido dotar al vino de una personalidad única propia de un vino de altísimo nivel.