Los viñedos de Kim Crawford están ubicados en sitios excepcionales, predominantemente costeros. Las uvas se benefician de días largos, brisas marinas limpias y noches frescas. En combinación con la larga y seca temporada de otoño de Nueva Zelanda, nuestras uvas maduran lentamente, lo que les permite desarrollar una intensidad de sabor y una acidez sofisticada. Al final, es esta combinación única de factores (desde regiones y suelos hasta temperaturas y tasas de crecimiento) lo que le da a Kim Crawford un equilibrio perfecto de fruta y acidez. Esta combinación ideal de elementos hace que Kim Crawford sea más que solo el vino perfecto para acompañar comidas y ocasiones: lo convierte en el vino perfecto para acompañar una de las regiones más impresionantes que el mundo haya conocido.