Desde el resurgimiento de Bruichladdich en 2001, nuestras ambiciones han ido más allá de la simple idea de elaborar y vender whisky escocés de pura malta. Nuestro objetivo era ser un antídoto a la norma de la industria. En 2020, nos convertimos en una de las únicas destilerías del mundo en obtener la certificación B Corp, lo que reconoce nuestro enfoque y ética constantes en términos de equilibrio entre ganancias y propósito. Nuestra misión es crear los licores más sugerentes que podamos y, al mismo tiempo, aumentar continuamente nuestro compromiso con las personas y el planeta para garantizar que usemos nuestro negocio como una fuerza para el bien.