Con los vinos que llevan el nombre de San Román, Bodegas Mauro amplió, a finales de la década de 1990, sus actividades en tierras de Toro.
El interés de la familia García en Toro comenzó en 1995 con el seguimiento de distintas parcelas de viñedo viejo en el noreste de la Denominación de Origen. En el año 1996 se compraron los primeros viñedos y tierras para afianzar el proyecto en las localidades vallisoletanas de Pedrosa del Rey, Villaester y San Román de Hornija. En 1997, se inauguró la bodega en Pedrosa del Rey y, unos años más tarde, se amplió la superficie de viña en Morales de Toro.